lunes, mayo 08, 2006

Viernes en la noche

- Quedate conmigo sólo un rato más, no quiero que se acabe tan pronto.
- ¿No te parece un poco injusto de tu parte?
- Injusto, ¿por qué?
- Porque ya es tarde y sábes que no es fácil volver a mi casa desde aquí.
- Pero te puedes quedar conmigo, siempre puedes y lo sábes.
- No quiero que cometas un error
- ¡Oye!... hace tiempo te dije que no era así.. además
- Además, ya es tarde
- Bueno, no te voy a seguir inistiendo, pero tampoco te voy a arbir la puerta. - Guiño.

La miró con una sonrisa oculta y mantuvo un silencio de algunos segundos.

- ¿Qué?- dijo ella con natural curiosidad.
- Bueno... me quedo contigo.

Recuerdo de hace algún tiempo que todavía sonaba en su cabeza, pero todo lo que se escuchaba en ese momento era una gotera que, lentamente, llenaba un vaso. A esa hora, una gotera no habría sido molestia para nadie, pero él ya llevaba 2 horas en la cama y a pesar de no tener insomnio, no podía dormir. Concentrado en el sonido producido por la gotera, lograba dejar de pensar en aquello que lo mantenía despierto, pero luego de unos mintos no pudo contenerse y exclamo en voz alta:

- Terminó, así como una gota de agua que se rehúsa a caer, pero finalmente lo hace. Terminó y ya no hay nada que yo pueda hacer.

Al decirlo, cerró los ojos y contuvo las lágrimas que sintió querían brotar, se dió vuelta y se arropó, tratando de conciliar aquél sueño que había disfrutado todas su vida, pero que esa noche parecía esquivo.

Afuera, la noche tranquila amparaba a algunos caminantes nocturnos qué se encontraban entre si y proseguían su caminata, pensando en cosas que sólo ellos sabían.

Lejos de ese lugar, en un edificio no muy viejo, una fiesta de fin de semana levantaba los ánimos de un grupo de amigos que habían decidido juntarse para celebrar el cumpleaños de Pamela, la menor del grupo, quién además había encontrado trabajo.
Razones para celebrar en verdad les sobraban, pero también tenían algunas para permanecer en sus camas, pensando en que las gotas caen tarde o temprano. En la cocina, minetras Pamela preparaba un ponche, Tomás, el "Tomo", y Consuelo intercambiaban algunas palabras, en ámbos, el objetivo último de la conquista, se notaba fácilmente, una vez que el ponche estuvo listo, Pamela abandonó la cocina, esperando no tener que ver lo que pasaría más tarde entre sus amigos, volvió al living y anunció con una sonrisa:

- Ta' listo el ponche

Todos la miran y sonríen de vuelta, varios se acercan y se sirven, los demás prosiguen con sus conversaciones. Una de ellas, entre Daniel y Carolina, habría llamado la atención de un sujeto que en ese mismo instante, cerraba con fuerza sus ojos mientras sus lágrimas mojaban la almohada.

- Pero... ¿por qué?
- No podía seguir... simplemente no podía funcionar
- ¿Y después de un año te diste cuenta de eso?
- No necesito que me lo recuerdes, todavía me siento mal
Pamela se acerca y se sienta entre ellos, mira a Daniel y luego a Carolina, les ofrece un vaso de ponche, que es negado por ámbos, y luego dice:

- Ustedes dos tiene que dejar de hablar de eso... les hace mal... a los DOS.
- Pero Pame, el Daniel terminó ayer con la polola...
- Gracias por recordarmelo - dijo Daniel

Puede que las palabras no siempre sean las correctas, pero los amigos siempre dicen lo que creen que es mejor decir. Para algunos, estas siempre son las peores que podrían escuchar.

La mañana siguiente, no fue sorpresa para ninguno encontrar al Tomo y a Consuelo en la pieza de Pamela, abrazados y semidesnudos. Los demás, se había dormido en el sofá, y otros se habían ido. La luz de la mañana hizo que varios reaccionaran, algunos mejor que otros. Daniel se había ido, y Carolina no había podido decirle nada útil.
Por su parte, Pamela, ordenaba lo que podía, al levantar una frazada que estaba sobre un sillón, descubre a Daniela, que dormía plácidamente, pero a quién se le notaban claramente las lágrimas secas en las mejillas.

- Dani... Dani, despierta- Le dijo Pamela mientras le movía con suavidad un brazo.
- Hola Pame... me quedé dormida- susurró mientras se limpiaba la cara.
- ¿qué pasó?
- ¿por qué...?
- Estuviste llorando anoche...
- ... - El silencio reveló más que una afirmación, pero no quiso confirmar la verdad - no.. es que bostezé mucho jaja.

El respaldo del sillón estaba humedecido de lágrimas, pero ninguna lo mencionó y la conversación no avanzó. Pamela se llevó la frazada y la guardó. Daniela, aún acurrucada en el sillón, miraba hacia a fuera:

- ¿Por qué te quedaste... si sabías que no lo tenías que hacer?

8 comentarios:

Fleur du mal dijo...

Acabo de sumar una interrogante más a mi vida como si ya no tuviera otras.
+ Siempre es un gusto leer tus historias Rob y esta se ve muy entretenida...como para esperar a cada domingo.


Mi vida es una constante espera ultimamente.

Anónimo dijo...

Vaya, caballerito, muy interesante, I'll stay tunned

Anónimo dijo...

Super ágil el relato, rápido, dialogos sencillos, sin mucha descripcion , inconcluso... dejó al tiro con varias historias abiertas.
Muy bien pensado, planificado.

¿en cuantos días más es domingo?
eso también esta bien pensado

Trés bien

Helo

Anónimo dijo...

"Una de ellas[conversación], entre Daniel y Carolina, habría llamado la atención de un sujeto que en ese mismo instante, cerraba con fuerza sus ojos mientras sus lágrimas mojaban la almohada."

...buena imagen. La simultaneidad de la vida: mientras unos "toman", conversan, duermen, etc., otros, otro, llora en soledad...
...linda imagen.

Beita dijo...

excelente... yo no se si esto lo tienes escrito ya hace tiepmo o lo estás escribiendo por capítulos, pero me gustaria saber como son los personajes de la historia... pq obvio, un primer capitulo es muy general, pero a futuro pueden desglosarse muchas cosas.
Eso como sugerencia

Anónimo dijo...

uf! solo por 7 minutos!!!
alcanzo a comentar tu primera publicacion...te advierto eso si..que mis comentarios serán tan humildes (y hasta superficiales en algunos casos) como los de un lector inexperto..que durante su vida..solo a leido un par de libros y unas cuantas novelas...
Aun así serán escritos con cariño y sinceridad...

en fin...aca van...

- en general me parecio buena (no estoy capacitada aun para decir..buenisima!!!), muchos ambientes, muchos personajes..aunque..como te comente...admito que me perdi por algunos momentos...pero solo unos momentos...(pk tengo la fortuna de tener al escritor on line xD) jijij..pero creo que eso fue solo una vola' mia y sin tanta importancia...

- el escrito esta bien, me acomoda la forma de escribir...pero existe una frase que me saca fuera de contexto..."Ta' listo el ponche" =s
cuando empece a leer, me parecio intrigante y hasta sonrei...tenia un poco de realidad..un poco de sencilla picardia...que me agrado..
luego de seguir leyendo, me parecio sensacional...la descripcion me hizo imaginar en aquel lugar y logre internalizar el escrito...(esa sensacion es unica..y solo lo puedo encontrar en un libro!!) y todo iba bien...hasta que aparece el ponche...que mas bien...me sono como el "ponshe"...que extraño...pero en ese momento (dije que iba a ser sincera) esa frase..me saco del ensueño...la encontre vulgar en relacion a lo anterior..y la encontre vulgar al terminar de leer...tal vez... si solo hubiese sido "esta listo el ponche"...estaría bien...

en fin...aparte del ponche que ya estaba listo xD, me parecio buena...tanto así que utilice una de tus frases...que en ese momento me toco..porque...escribiste lo que yo queria decir...

...0:13...ups!...
espero la prox publicacion...

bye!

Talabartero dijo...

la vida pasa frente na nuestros ojos tal y como pasas frente a los ojos de los demás. Miles de cosas ocurren a cada instante, sólo hay que saber encontrar las que, juntas, crearan una imagen interesante para relatar. En este caso, la oposición que es sólo en apariencia.

Denisse, muchas gracias por tu comentario y por todo lo que dices, me servirá para más adelante.

Espero esot no sea una revelación negativa.. pero la historia (en sus lienamientos generales) está en mi cabeza, lo que lees, lo escribo cuando lo tengo que escribir.

Los espero el proximo domingo.

Unknown dijo...

Me gusta pensar que el mundo se basa en diversidad de opciones y decisiones, que no estamos ligados a un destino que quizás en algún momento de la vida sea horrible.
Esta noche, al igual que la relatada, puede que cada persona decida que hacer, decida si ir a un fiesta por compromiso sabiendo que en el interior no está en la condiciones de ir y naturalmente termine destruido después de algunos tragos, o decida romper ese pacto de asistencia por un bien propio y hasta de los que te acompañaran, o sencillamente quedarte acostado por querer dormir solo o acompañado.
Independientemente de la decisión que puedas elegir, tu decisión siempre será correcta, porque te trae historias y experiencia de donde aprender. Aprender y darme cuenta, que hoy sábado por la noche, 2:33 de la madrugada estoy disfrutando mientras escribo mi punto de vista de un texto que me llamo mucho la atención mientras una inmensidad de personas pueden estar sufriendo en silencio, escuchando un infernal goteo o simplemente teniendo sexo en una fiesta.
Roberto, encontré que el inicio de la historia está bueno, aun no he leído las que siguen pero lo voy a hacer. Siendo franca, quede metida a que se debía el llanto de Daniela. Según yo, está llorando por el amor del primer joven relatado en la historia, no lo sé, solo son supuestos. Ojala que más adelante describas a los personajes, me interesaría mucho conocerlos más. (Si dejaste la historia a la mitad, viajare a pegarte)
Vane 